Brasil, Chile y la República Dominicana son los tres países que en últimos meses han encendido una red comercial de 5G o concluido procesos de licitación de espectro para explotar esa tecnología, lo que colocaría a México en un claro rezago. Pero la industria mexicana cuenta con una ventaja que no tienen sus pares de esas naciones.
México ha quedado rezagado en los desarrollos de aplicaciones productivas, para el consumo masivo o para servicios sociales utilizando como insumo esencial a la tecnología de quinta generación o 5G.
Esta es la posición que han tomado diversos actores de la industria de telecomunicaciones entre operadores, vendors, cabilderos y algunos medios de comunicación a los que éstos últimos han trasminado su visión después de que Brasil y Chile comenzaron a encender sus primeras redes de comunicación basadas en 5G desde noviembre pasado. Incluso, la República Dominicana, con un PIB quince veces menor al de México, también ya superó a este país en redes de quinta generación, porque la suya se pendió el 2 de diciembre. Quien celebra el empuje de esos tres países sobre México, olvida que Uruguay fue el primer país en prender una red 5G comercial en el subcontinente.
A contrasentido se escuchan otras posiciones de que México, como economía y como industria de telecomunicaciones, todavía es puntero en la adopción tecnológica. México fue el país en avanzar más rápidamente con los despliegues de 4G en la región y en 2020 registró la velocidad de navegación más rápida con esa tecnología en toda de América Latina.
En cuanto a 5G, la industria local destaca con los esfuerzos y experimentos que han venido realizando, por su lado y por la propia naturaleza de sus planes y negocios, las empresas TV Azteca, Telcel, AT&T y Megacable. Inclusive, la financieramente atribulada Movistar también anunció hace tres años sus experimentaciones con 5G.
El esfuerzo más reciente es el piloto anunciado por AT&T para cubrir con 5G el corazón de la Ciudad de México, en tanto que Telcel, con todo el músculo financiero que le permite su Ebitda del 40.5% al tercer trimestre del año, ya ha instalado redes de celdas para ofrecer 5G en la frontera y la capital.
Esas empresas también se han hecho de espectro para encender pronto sus redes comerciales de 5G. Como recordatorio, Telcel compró o atrajo las bandas radioeléctricas de 3.5 GHz que fueron de Axtel y Telmex; cien Megahertz de frecuencias en total, que ahora mismo pudieran funcionarle a esa compañía para vender un servicio de Internet inalámbrico fijo y ya solicitó a la autoridad reguladora la habilitación para usar esas bandas en servicios móviles. AT&T también refrendó sus concesiones de 3.5 GHz y sus ejecutivos dijeron recientemente en conferencia que comprarían más frecuencias de 3.5 GHz y lotes en los 600 MHz en la venidera subasta del 2022.
Por el lado del gobierno, México tiene en el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) a una de las autoridades más prestigiosas de América Latina en la administración del espectro radioeléctrico y dedicado siempre a la búsqueda de coincidencias con los operadores por una gestión más apropiada de las bandas.
Y México, desde el gobierno federal, también ofrece el incentivo a los operadores de abonar los pagos anuales de derechos por bandas hasta el 2024, si compran espectro y construyen redes de 5G en muy determinados periodos de tiempo.
Pero todo ello no es la ventaja de México para ponerse al día y luego aventajar a Brasil o Chile en la explotación de 5G. Tampoco es una carrera entre países, sino una identificación de naturalezas y objetivos que cada nación pueda advertir y lograr para mejorar la vida de sus ciudadanos con una herramienta tecnológica como es 5G.
El as de México bajo la manga es todavía la disponibilidad inmediata que tiene el país para adjudicar las bandas de los 600 MHz, de 1.5 GHz y de 3.5 GHz, todas ellas entre las más idóneas para desarrollar aplicaciones para la industria, para el bienestar social y también para el consumo masivo, pero sobre todo para exprimir inversiones y llevar más prontamente cobertura y capacidad de servicios de 5G a la industria y a la sociedad.
Ni Brasil, ni Chile, y tampoco la República Dominicana han liberado, por ejemplo, la banda de los 600 MHz. Además, uno de esos países se da un plazo de hasta diez años para liberarla toda en su territorio. México, gracias al trabajo de la extinta Cofetel, del IFT y de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), liberó esos 70 MHz de frecuencias identificadas como “el segundo dividendo digital”.
Con la banda de los 600 MHz, los operadores podrían empujar más rápidamente una red de cobertura 5G sobre el territorio mexicano y por su fuerza para penetrar naves industriales, también sería potente para desarrollar aplicaciones productivas en industrias como los sectores automotriz, aeronáutico, aeroespacial, maquilador y minero en los que México es líder mundial, más allá de sólo vender paquetes de Internet ultrarrápido para mirar YouTube.
Queda también por conocer qué hará el gobierno mexicano en cuanto el aprovechamiento de la banda de los 800 MHz con la que también se podría construir una red de 5G de cobertura a través de una estatal de alcance nacional y por separado, si la parte de la industria que ataca a Altán Redes por supuestamente subutilizar la banda de 700 MHz, dejaría de hacerlo al contar con un espectro tan idóneo como ese otro, como es la banda de los 600 MHz.
Más trascendente todavía, qué productos y servicio podría construir en la industria tras la posibilidad de comprar y combinar bandas disponibles hoy en México como son las bandas de 600 MHz, la banda L (1.5 GHz) y de 3.5 GHz.
“México tiene una posición envidiable en América Latina para el desarrollo de 5G. Primero, tiene la mejor banda de frecuencia disponible: los 600 MHz, como para extender la cobertura a las zonas rurales. Aunque otros países han iniciado primero con 5G, no cuentan con esta posibilidad y México también dispone de bandas medias, como son las de 3.5 GHz. Y mejor aún, el IFT ya tienen entre sus planes incorporar la banda L, de los 1500 MHz”, platicó Gerardo Mantilla, analista en Artifex Consulting.
Al combinarse o conjugarse las bandas más idóneas para 5G y que ya están disponibles en México, como no en Chile, Brasil o la República Dominicana, la industria podrá maximizar inversiones, necesitando un menor número de estaciones base y construir también aplicaciones más apegadas a la realidad económica y social de México, coincidió Mantilla.
Un solo ejemplo, México es el séptimo agroexportador mundial, por lo que las llamadas bandas bajas de 600 MHz funcionan para potenciar los sectores de la agricultura y la ganadería. En industria, el comercio de México con Estados Unidos se acerca a los 2,000 millones de dólares por día; allí, la banda de 600 MHz en conjugación con la banda L hará realidad promesas de crecimiento en sectores económicos terciarios.
“Está oportunidad que tiene México, por la excelente gestión del espectro que realiza el IFT, no está disponible en Brasil o Chile, quienes sí iniciaron primero su 5G, pero que no cuentan, por ejemplo, con las bondades de disponer de las bandas de 600 MHz y 1500 MHz. Esa banda es para llevar cobertura en las zonas rurales y también en las grandes ciudades porque permite la cobertura dentro de edificios, que no es posible con las bandas medias. (…) Brasil, Chile y República Dominicana no tienen disponibilidad de la banda de 1500 MHz. Chile y Brasil no cuentan aún con la banda de 600 MHz. Esa banda la tiene la televisión y es un proceso bastante retador volver a realizar un despeje de las frecuencias de las televisoras digitales”.
Más allá de Brasil o Chile, en América Central están por asignar la banda de los 700 MHz tras la reciente liberación que se logró allí de ella. La banda de los 600 MHz tampoco allí está disponible hoy.
Si México, principalmente el Legislativo y la Secretaría de Hacienda que por sus políticas públicas hicieron naufragar la reciente subasta de espectro para 4G-LTE, identifica que en las bandas bajas de los 600 MHz tiene un as bajo la manga para llevar cobertura y capacidad de 5G a la población, el país podría estar claramente en el liderazgo de 5G en América Latina, planteó Gerardo Mantilla, de Artifex Consulting.
“Los 600 MHz y 1500 MHz son el as bajo la manga, porque aún arrancado México después de Brasil y Chile, puede cubrir más rápidamente todo el país y con mejor cobertura y velocidad disponible. Primera ventaja: por una estación en la banda de 600 MHz, se requieren 20 a 25 estaciones en la banda de 3.5 GHz (la banda de Chile y Brasil) para cubrir la misma zona de cobertura. Y si utiliza la banda 1500 MHz, conjuntamente con la banda de 3.5 GHz. Se puede reducir a la mitad ese número, es decir a 10 o 12 estaciones para cubrir la misma zona que la estación en la banda de 600 MHz”.