Por: Jan Charlie
Tzintzuntzan, Mich., 15 de marzo de 2024.- Una vez más, la K’uínchekua, la festividad más emblemática del estado de Michoacán, ha deslumbrado a miles de turistas nacionales e internacionales con su esplendor cultural. En el escenario místico de las Yácatas de Tzintzuntzan, más de 3 mil entusiastas asistentes se han congregado para sumergirse en la historia, danza y tradición de esta tierra.
En esta ocasión, Zitácuaro y sus comunidades han ocupado un lugar destacado en la celebración, llevando consigo la esencia vibrante y la riqueza cultural del oriente del estado. Los Toritos de las comunidades de Valle Verde y Zirahuato han representado con orgullo la región oriental de Zitácuaro con la cautivadora Danza del Torito de Carnaval Otomí, una manifestación de sincretismo religioso que tiene sus raíces en los rituales prehispánicos de siembra del maíz.
Los bailadores tradicionales de estas comunidades han encantado a los presentes con su destreza y pasión, mientras que la música de Marcelino Luna de San Cristóbal de Ocampo ha proporcionado el acompañamiento perfecto para estas expresiones culturales únicas.
La delegación de Zirahuato ha sido representada por 5 integrantes de la Cuadrilla de Camino Real, mientras que Valle Verde de Curungueo ha aportado otros 5 miembros, todos ellos compartiendo la riqueza de la cultura oriental de Michoacán, bajo la dirección del maestro Jesús Arriaga Vázquez, estos grupos han brillado tanto en los convites como en las presentaciones principales de la K’uínchekua, mostrando al mundo la belleza y la vitalidad de la Heroica Zitácuaro Michoacán.
El carnaval Otomí, además de ser una danza festiva, representa el profundo arraigo cultural y la evolución de las tradiciones a lo largo del tiempo. Originado en rituales agrícolas ancestrales, ha adquirido nuevos significados a lo largo de los siglos, convirtiéndose en una celebración previa a la cuaresma que une a las comunidades en un espíritu de alegría y camaradería.
La presencia de Zitácuaro y sus comunidades en la K’uínchekua no solo enriquece esta festividad ancestral, sino que también fortalece los lazos entre las diferentes regiones de Michoacán, creando un ambiente de celebración y unidad que perdurará en la memoria de todos los presentes.