Por: Jan Charlie
Heroica Zitácuaro, Michoacán de Ocampo, 7 de septiembre de 2024.- La mañana de este sábado, el Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (CBTIS) 162, “General Lázaro Cárdenas del Río”, que preside la Dra. Rocío Alcántar Elizalde llevó a cabo una significativa actividad de reforestación en las inmediaciones de la Unidad Deportiva “La Joya”. Esta iniciativa se realizó en colaboración con la Universidad Intercultural Indígena del Estado de Michoacán (UIIEM), campus San Felipe Los Alzati.
La actividad forma parte del Programa de Trabajo Aula, Escuela y Comunidad (PAEC), un esquema que organiza y coordina acciones y actividades educativas, integrando progresiones de Unidades de Aprendizaje Curricular (UAC) con aplicaciones prácticas en la comunidad. Este enfoque permite a los docentes desarrollar e implementar propuestas que vinculan conocimientos académicos con el entorno social y medioambiental, promoviendo la formación integral de los estudiantes.
Durante la jornada, los estudiantes del CBTIS 162 participaron en la plantación de 70 árboles, entre pinos y fresnos, seleccionados por su adecuación al ecosistema local del municipio. La reforestación tiene como objetivo no solo mejorar la calidad ambiental de la zona, sino también fomentar la conciencia ecológica y el compromiso con el entorno natural.
La actividad contó con el valioso apoyo de padres de familia, quienes colaboraron proporcionando herramientas como palas y picos para la creación de los hoyos necesarios para la siembra. Este esfuerzo colectivo subraya el impacto positivo de la colaboración entre instituciones educativas y la comunidad en pro del desarrollo sostenible.
El proyecto de reforestación no solo busca recuperar y mejorar el entorno ecológico de la Unidad Deportiva “La Joya”, sino también consolidar el compromiso de las nuevas generaciones con la preservación del medio ambiente. La acción refleja una actitud proactiva hacia la construcción de comunidades más verdes y sustentables, apoyando tanto a la biodiversidad local como al bienestar general de la población.
Este tipo de actividades refuerzan el papel de la educación como un motor para el cambio social y ambiental, demostrando que la colaboración entre instituciones educativas y la comunidad puede generar resultados positivos y duraderos.