- Senadoras coinciden en que, si bien hay avances, aún falta mucho por hacer por las mujeres.
Entre aplausos, abrazos, lágrimas, anécdotas y testimonios de mujeres que se destacaron en su lucha por los derechos de este sector de la población, el Pleno del Senado de la República conmemoró este miércoles el Día Internacional de las Mujeres.
Una a una las senadoras de todos los grupos parlamentarios dieron voz a testimonios de diversas mujeres que se desarrollan en distintos sectores del país. Esto con la intención de señalar los avances y retrocesos en la lucha por un país igualitario y equitativo en materia de género.
“Los avances en las legislaciones han sido muy importantes, el principal, que hoy tengamos un sindicato para tener voz y representación ante las instancias de gobierno”, dijo Norma Palacios, trabajadora del hogar y ahora secretaria colegiada del Sindicato Nacional de Trabajadoras y Trabajadores del Hogar, en voz de la senadora Alejandra Barrales Magdaleno, de Movimiento Ciudadano.
Barrales Magdaleno dijo que el hecho de que el Senado haya ratificado el Convenio 189 de la Organización del Trabajo, con el que se garantizan los derechos de 2.4 millones de personas trabajadoras del hogar, la hace recordar que cuando ella fue líder sindical, una de sus primeras batallas fue luchar para que las trabajadoras de aviación pudieran usar pantalones o pudieran ejercer el derecho al matrimonio y a la maternidad.
“Soy Mónica de Oaxaca, en 2023 fui despedida en un organismo público estatal, porque pedí una licencia de maternidad, recurrí a la Comisión de Derechos Humanos estatal y con el titular del Ejecutivo. Estoy en trámites para reincorporarme a mi empleo. Estoy esperando la resolución formal de las autoridades”, leyó la senadora Virginia Magaña Fonseca, del PVEM.
Magaña Fonseca afirmó que se deben respetar los derechos humanos de las mujeres por todas y todos los servidores públicos y hacer valer la erradicación de la brecha salarial por razones de género, los derechos de las mujeres a una vida libre de violencia.
Al leer el testimonio de Verónica, una trabajadora de cocina, que recibía un pago de 200 pesos diarios y que tenía un embarazo de alto riesgo, lo que le trajo como consecuencia que su empleador le agrediera verbalmente con expresiones como: “embarazada no me sirves”, la senadora Anabell Ávalos Zempoalteca, del PRI, dijo que el acceso a la justicia, a la no violencia y el respeto a los derechos laborales se deben de garantizar a todas las mujeres sin distinción.
Ávalos Zempoalteca, agregó que cerca del 8 de marzo, “no llegamos todas”, pues tan solo al año mueren 10 mil mujeres por cáncer de mama y que el gobierno de Morena no les da las quimioterapias que requieren.
Su compañera de bancada, Claudia Edith Anaya Mota, leyó: “Soy Nidia Fabiola Blanco. Mi hermano Cuauhtémoc intentó violarme y lo denuncié por ello, pero su partido político, Morena, lo protege, no le quitan el fuero. No, no llegamos todas”.
Laura Esquivel Torres, del PAN, lamentó que Morena “quiera simular y voltear a otro lado”, cuando hay millones de mexicanas que quieren que se hable de lo importante y urgente, por lo que su voz será usada por esas mujeres que el gobierno abandona y por omisión “asesina”, porque, aunque llegó la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, “no llegamos todas”.
Reyna Celeste Ascencio Ortega, de Morena, dio lectura al testimonio de Olimpia Corral Melo, impulsora de la Ley Olimpia: “En este país todos ustedes no deberían permitir que se difunda y se produzca contenido íntimo sin el conocimiento de las mujeres y el consentimiento de las niñas. La ley Olimpia es la visibilización de un acto de punibilidad que no solo está mal, es un delito que se castiga en este país”.
Ascencio Ortega afirmó que la violencia digital es real y que los cuerpos de las mujeres no son objetos sexuales ni un producto de comercio, pues la violencia digital es toda acción dolosa realizada mediante el uso de tecnologías de información y comunicación.
“Soy trabajadora del hogar. Con la reforma a la ley del IMSS le pedí a mi empleadora que me inscribiera para tener más derechos, ahora ya puedo calcular mis días de vacaciones y aguinaldo por los años trabajados, y también ya me atienden en las clínicas del IMSS”, leyó la senadora Lizeth Sánchez García, del PT.
La presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género, Martha Lucía Micher Camarena, afirmó que comparte los reclamos de la oposición, porque las fiscalías son “su derrota”, porque hay muchas mujeres desaparecidas, por las niñas que son violentadas sexualmente, por las mujeres buscadoras que están desesperadas.
Sostuvo que es cierto que todavía hay mujeres que no han podido enfrentar los riesgos de convivir con un hombre violento, de vivir en una barranca, pero que, por ello, seguirán legislando para que las mujeres gocen de sus derechos, aun cuando lleve tiempo y estén conscientes de que falta mucho por hacer, pues “el patriarcado está en todas y todos”.
Al intervenir, el presidente de la Mesa Directiva del Senado, Gerardo Fernández Noroña, narró el testimonio de su abuela: “Soy María de la Luz Velázquez Villalobos, nací en 1913, soy más lista que el hambre y mi sueño es estudiar y ser profesional, pero nací mujer, pobre, indígena y huérfana.
Pude terminar la primaria, y después, hice el sueño de toda mujer, me casé y mi esposo salió muy “acalderonado”, era macho, era maltratador y me divorcié, en una época en que era mal visto que una mujer se divorciara. Tuve que sacar sola como costurera a mis tres hijos, Daniel, Rosamaría y Rebeca Noroña Velázquez”.
“Larga vida a María de la Luz Velázquez Villalobos”, concluyó así la ceremonia Fernández Noroña.